1 Samuel 22:2
¨Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba
endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho
jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.”
La actitud es muy importante para ampliar su
capacidad de recibir. Pero ¿qué es la actitud? Ese es el tema que hoy quiero
compartir con usted.
La actitud es una condición que determina cómo
usted se mueve. Si usted se mueve en la dirección correcta con Dios o va para
el lado contrario. Por supuesto, eso determinará los resultados.
1- La
actitud es la manifestación de quién usted piensa que es, qué tiene y qué
puede. Es muy importante que en
este punto usted renueve sus pensamientos si no están alineados a los de Dios,
a los de Su Palabra. Porque si usted piensa que es menos de lo que Dios piensa,
su actitud será siempre dar menos de lo que puede dar. Porque eso es lo que
usted piensa que es. Pero si sabe que es un rey, un sacerdote, un embajador del
Reino, un bendecido, próspero, se moverá como tal. Tendrá buenas actitudes
frente a situaciones difíciles.
Le doy un ejemplo: si usted está buscando trabajo y va a un lugar
determinado. Llega y hay una fila muy larga. Usted puede tomar dos
actitudes diferentes. Pensar ¿para qué vine? Con tanta gente no me van a tomar.
Esa sería una actitud negativa que hasta lo puede hacer reaccionar mal y hacer
que se vuelva a su casa.
La otra actitud sería pensar ¿Para qué vino toda
esta gente si el puesto es mío? Se da cuenta. Una actitud de un ganador, de
alguien que le cree a Dios y sabe que Dios se mueve con los que se mueven.
Ahora, si usted se vuelve a su casa ya Dios nada puede hacer.
2-
La actitud es lo que reflejamos en nuestra vida de lo que creemos en Dios. Esto podemos verlo en la vida de David. En
el versículo de 1 Samuel 22 vemos que tuvo a cargo a 400 hombres que estaban
afligidos, endeudados y en amargura. Pero él tuvo una actitud maravillosa de lo
que pensaba y de lo que creía que era en Dios. La manera en que se veía a sí
mismo y la relación que tenía con Dios lo diferenciaba de los demás. Fíjese que
él influenció a los 400 hombres y no se dejó influenciar por ellos. Su actitud
estaba reflejada en su vida y podía influenciar positivamente a esos hombres a
tal punto que dejaron de ser afligidos, endeudados y amargados para pasar a ser
valientes (2 Samuel 23:8). David les cambió el rumbo.
Usted tiene que tener actitud para moverse con fe
en la vida. Siempre tiene que salir adelante porque tiene todo lo que Dios le
ha provisto para desarrollarse e ir de gloria en gloria. No se quede frustrado,
amargado, endeudado ¡No! usted tiene todas las herramientas para salir
adelante, ir en victoria y nunca más estar endeudado.
Declare: ¡Voy a enfrentar cualquier situación y voy
a salir en victoria!¡Estoy ampliando mi capacidad de recibir!
Padre, hoy tomo la actitud correcta en fe de
creerte y de ponerte siempre primero en toda situación. Sé que siempre
encontraré la victoria y seré de influencia positiva a muchos. Lo creo, en el
nombre de Jesús, amén.
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