“Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Filipenses 4:8
Filipenses 4:8
Hay algunas cosas que
hacen que la gente se mantenga lejos de mirar las cosas como Dios la mira, de
pensar las cosas como Dios las piensa. Quizá conocen o saben de la Biblia, pero
algunas cosas lo hacen estar en otra posición y miran las cosas desde el lado
de los hombres, del mundo o del lado carnal. Pero usted tiene que, cada vez,
mirar más las cosas del lado de Dios. No piense que es complicado o difícil,
tiene que hacer propia la palabra de Dios y se va a dar cuenta que es verdad lo
que dice, que tal cual es su pensamiento así es usted.
Hoy quiero enseñarle que
la clave está en los pensamientos. Alineando su manera de pensar a la
palabra de Dios, aplicando las leyes espirituales permanentemente y no transgrediéndolas
va a ver resultados de bendición.
No haga cosas que estén
fuera de lo que la palabra de Dios dice. Porque ella le va ayudando a alcanzar
su destino y si no después va a tener problemas en el camino y se va a pasar la
vida viendo cómo arreglar lo que desarregló antes.
Las personas que caminan
en las cosas de la carne, tienen cuestionamiento y razonamiento natural de las
cosas de Dios, reflejando incredulidad. Y cuando las cosas no le funcionan,
encima se ofenden. Después la ofensa viene a poner un bloqueo en su vida que no
le permite vivir una vida dichosa, feliz donde ve que Dios está interviniendo
en sus cosas, sino que siente que Dios no va a intervenir nunca. No
se enoje con Dios, porque él es el único que lo puede ayudar. Cuando nadie
esté, él va a estar.
En Filipenses 4:8 dice que
tiene que pensar en todo lo bueno, todo lo agradable, lo que es de buen nombre,
lo que tiene virtud alguna, en lo que es la mente de Cristo. Al pensar y
meditar en todas esas cosas buenas de la palabra va a remover las malas y
negativas, y va a tener la visión de Dios para hablar las cosas a la manera de
Dios.
Una cosa que puede hacer
que alguien no esté mirando las cosas como Dios las mira es acarrear las
circunstancias de la vida. Porque cuando acarrea, adopta o hace como
suya, no mira las cosas como Dios las mira, las mira desde otro ángulo y lo
mantiene lejos de ver las cosas a la manera de Dios. Es importante ir renovando
su pensamiento con la Palabra que es fresca y va a traer una revelación a su
vida.
Aléjese de los viejos
pensamientos de fracaso, reflexione en Filipenses 4:8 y acérquese cada vez más
a los pensamientos de Dios para su vida. Dios piensa lo mejor de usted
recuérdelo siempre y anímese a ser un buen imitador de su Padre celestial.
Padre celestial, gracias por pensar lo mejor de mi aún cuando no me lo
merecía. Hoy sé que soy tu heredero y así como recibo la salvación, la sanidad,
la prosperidad y la bendición en mi vida, sé que recibo la misma esencia tuya.
Soy un espíritu conectado a tu Espíritu y como tú piensas, miras y hablas así
tengo que hacerlo yo de la misma manera. Sé que puedo alcanzarlo, en el nombre
de Jesús, amén.
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