Salmos 141:3 Señor,
ponme en la boca un centinela;
un guardia a la puerta de mis labios.¨ (NVI)
un guardia a la puerta de mis labios.¨ (NVI)
El hombre recibió en esta semejanza poder creativo al usar o
articular la palabra , por eso es muy importante que al expresarnos sobre
alguien o algo lo hagamos
con sabiduría ya que podemos hablar palabra de bendición o maldición y esta
traer lo resultado de la manera que fue proferida . (Proverbios 18:21).
El Apóstol Santiago en capítulo 3 de su epístola habla de que
tan irrefrenable puede tornarse la lengua cuando no es sujeta al control del
Espíritu Santo.
El expresa que además de acción externa que puede realizar una
lengua no controlada puede también contaminar todo el cuerpo.
El Salmista David entendiendo el poder de la palabra cuando es
proclamada, pide a Dios que ponga un centinela, un guardián en su boca y la
puerta de sus labios para que así controle la salida de las palabras expresadas
por El.
El Apóstol Pedro
declara en su primera carta en el capitulo 3:10 , que si alguien ama la vida y
desea ver días buenos , debe refrenar su lengua de todo mal y procurar que sus
labios no hablen engaño o falsedad .
La reflexión de hoy es para que permita al Espíritu Santo como
centinela divino , continúe cultivando su fruto en tu corazón para que de esta forma , cuando abra tus
labios , salga palabras sazonadas por El y sean así de bendición para quienes
las escuchen .
Padre Celestial ayúdanos a cada día someter todo nuestro ser a tu Santo Espíritu, de tal manera podamos hacer buen uso de las palabras que salen de nuestros labios.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús .Amen
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