Isaías
50:7 ¨ Dios el Señor me ayudará, así que no me
avergonzaré. Por eso endurecí mi rostro como piedra, pues bien sé que no seré
avergonzado.¨ (RVC)
Una de las más difíciles verdades de captar en nuestra vida cristiana es que Dios está ahí siempre para ayudarnos en todo. Ahora nuestra definición de la ayuda y la definición de Dios pueden ser dos cosas diferentes en momentos. Como resultado, a veces nos sentimos tentados a creer que estamos solos y que Dios no vino a través de la forma en que pensamos que El debía. Otras veces saltamos a conclusiones apresuradas que nada malo ha sucedido en absoluto.
Esto es lo que los hijos de Israel pensaron cuando estaban en el desierto. Cuando no
había comida
ni agua, ellos supusieron que algo terrible iba a suceder. Acusaron a Dios que los
había abandonado, cuando
Dios no les
había abandonado.
El Señor simplemente quería que ellos creyeran que él siempre les ayudaría. Tal vez no esperaban que Dios les ayudará
dándoles el
maná o
el agua de
una roca, pero Dios les ayudó poderosamente.
Tenemos que dar la cara con determinación, como una roca, que no vamos a ceder (con firmeza) y pensar que Dios nunca nos
abandonará y dejará solo porque El es fiel a lo que promete.
Lo que parece posible fracaso puede ser un camino hacia algo mucho mejor.
Lo que parece posible fracaso puede ser un camino hacia algo mucho mejor.
Como dice el versículo anterior, sé que no será
avergonzado. En otras palabras, usted puede tener la certeza que Dios nunca le defraudará!
Padre Celestial, Tú eres tan fiel. Ejerzo mi fe no
importando qué, porque tú siempre estás ahí para
ayudarme. Tú está ahí para darme las respuestas
que necesito
en el
momento justo. Yo confío en ti con una nueva determinación y te pido
que ponga
un centinela en mis labios para que nunca diga algo diferente a lo que Tu ya me
has prometido, te doy gracias y confío en ti, en el nombre de Jesús .Amen
No hay comentarios:
Publicar un comentario