miércoles, 26 de diciembre de 2012

Derribando toda fortaleza




2 Corintios 10:3-5 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”

¿Sabe lo que es una fortaleza? Fortalezas son estructuras pensantes que tenemos dentro de la mente que son tan fuertes que se convierte en una creencia. Pueden ser fortalezas de duda, de miedos, de incredulidad. 
Dice la Biblia que las armas que Dios le ha dado son poderosas para la destrucción de fortalezas. Su manera de pensar es su manera de creer. Si tiene fortalezas de duda, por ejemplo, estará limitando las bendiciones de Dios para su vida. ¿Por qué? Porque no le está creyendo.

Cada uno de nosotros nacimos para cumplir un propósito de Dios en la tierra. Si no lo cumplimos, no es Dios quien tiene la responsabilidad. Ahora la responsabilidad es nuestra. ¿De qué manera? Las fortalezas que permitimos en la mente acomodan nuestra vida a un estilo que no tiene que ver con la voluntad y al propósito de Dios.  De esta manera nos vamos alejando de nuestro propósito, pero somos nosotros los responsables, no Dios. Ahora reflexione en esto ¿Porque se va a resignar a ser mediocre? Eso no es la vida que Dios preparó para usted. 

La vida de Dios es la vida plena, la vida abundante, una vida poderosa.  Dios lo está perfeccionando y lo está conformando a la imagen del hijo de Dios.  Y usted lo va a lograr, va a reflejar a Cristo a través de su vida. Porque todo lo que se levanta contra el conocimiento de Dios puede ser derribado.   Tome la Palabra de Dios y aplíquela a su vida. Tome todo pensamiento contrario a la Palabra y llévelo cautivo al pensamiento de Cristo. Recuerde que lo que pensamos es lo que vamos a vivir. 

Como dice el sabio: Tal cual es su pensamiento así es él.  Si usted piensa lo correcto, los pensamientos de Cristo,  los mejores pensamientos vienen por la Palabra de Dios.  Tiene que aprovechar la Palabra para derribar y destruir esas fortalezas.  Usted es lo que Dios ha planeado en Cristo: es un vencedor, un victorioso, un bendecido, usted es próspero en el Señor. Comience a derribar hoy toda fortaleza. Usted saldrá victorioso.


Padre, gracias por enseñarme hoy a derribar toda fortaleza que haya levantado en mi mente. Las quito de mi vida con tu palabra y declaro que mi vida será diferente. Iré de gloria en gloria. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.
                                                      www.elrehmadehoy.blogspot.com

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