Santiago 1:6¨Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como
una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro.¨(DHH)
La duda
constituye un estado de incertidumbre y un límite a la confianza o la creencia en la verdad de un conocimiento.
La duda. Es como una sequía espiritual, una noche sin
estrellas del alma, una marea baja donde la fe parece haberse retirado para
siempre. Casi todos nosotros experimentamos esos tiempos secos, oscuros y
difíciles en los que Dios no parece ser real y cuando cuesta tanto seguir
adelante, y mucho más crecer. A veces, estas mareas bajas de la fe están
relacionadas con sucesos... la muerte de un ser querido, una relación rota, la
pérdida de un trabajo, una enfermedad prolongada, la bancarrota de un negocio, etc , etc . Pero a veces parecen surgir de la nada; el sol
está brillando afuera, pero por dentro sentimos que está oscuro, nublado, gris,
vacío.
La duda es mayor enemigo de la fe por eso para que en tu vida
la fe se fortalezca día a día, debes
dejar morir de hambre la duda y verás como se robustece tu fe.
Dios desea que viva una vida en victoria y agradable a Él
pero para hacerlo debes caminar en fe.
Fe agrada a Dios y la duda lo ofende.
Hoy te invito a que te aferre a la fe y tengas expectativas
que grandes cosas de parte de Dios vendrán a tu vida.
Todo es posible para el que cree.
Padre celestial, hoy
me determino a vivir y caminar por fe , desecharé toda duda que venga a
obstaculizar la obra de la fe en mi vida , lo creo y lo declaro en el nombre de
Jesús .
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