Proverbios
22:29 ¨ El que hace bien su trabajo,
estará al servicio de reyes
y no de gente insignificante.¨
estará al servicio de reyes
y no de gente insignificante.¨
El trabajo como tal
dignifica a la persona, la hace sentir útil y especial, además, en nuestros
tiempos los gobiernos han reconocido un lugar especial tanto a la obra de mano,
como al trabajo intelectual y de servicios. No obstante, para algunos el trabajo
es como un castigo, se respaldan en lo sucedido con Adán y Eva, según relata
Génesis 3, en especial lo que dice el versículo diecisiete. Recordemos que esta
fue la obra del primer Adán, quien por su desobediencia y falta de un verdadero
liderazgo ante su mujer, cayó en rebelión delante de Dios y por ello, escuchó
aquellas palabras que le marcaron con dolor y angustia. Por eso, fue necesario
que viniese entonces el segundo Adán, Jesucristo de Nazaret quien nos libertó
de dicha condena y nos dio una identidad nueva, cancelando toda maldición sobre
nuestra naturaleza caída. No obstante, es importante entender que para ello,
debemos aceptar su sacrificio por nosotros.
El trabajo no sólo dignifica al ser humano, sino que le hace sentirse útil como miembro de familia y le abre una puerta amplia de oportunidades, para colocarle en esferas especiales de la sociedad, como lo expresa Proverbios 22:29, que le dará un lugar de honor y dignidad. El mismo apóstol Pablo expresó la importancia de trabajar para obtener su sostenimiento (2a. Tesalonicenses 3:10), por lo cual entendemos que el trabajo no es un castigo, es una oportunidad, de que cada persona se sienta eficiente y productiva en el medio que le rodea.
El trabajo no sólo dignifica al ser humano, sino que le hace sentirse útil como miembro de familia y le abre una puerta amplia de oportunidades, para colocarle en esferas especiales de la sociedad, como lo expresa Proverbios 22:29, que le dará un lugar de honor y dignidad. El mismo apóstol Pablo expresó la importancia de trabajar para obtener su sostenimiento (2a. Tesalonicenses 3:10), por lo cual entendemos que el trabajo no es un castigo, es una oportunidad, de que cada persona se sienta eficiente y productiva en el medio que le rodea.
Es importante que
agradezca a Dios porque eres útil y estas ejerciendo una labor en cualquier
área de la vida laboral y ministerial.
Cuando realices
cualquier labor debes de hacerlo con diligencia y contentamiento, entendiendo
que primeramente es para Dios que lo hace.
Gracias
Padre celestial porque nos da la salud y nos ha dado las fuerzas para ejercer
una labor en la vida, ayúdanos a continuar haciéndolo con la vocación y
correcta motivación.
Te
lo pedimos en el nombre Jesús .Amen
No hay comentarios:
Publicar un comentario