Mateo 8:8
¨Pero el centurión respondió y
dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la
palabra y mi criado quedará sano.¨
En relato bíblico un
centurión que era un oficial romano, quien tenía a su cargo la dirección de una
centuria y esta centuria era compuesta por 100 hombres bajo su mando.
Este hombre viene
a Jesús movido a compasión por la situación de salud en la cual se encontraba
uno de sus servidores. El viene al Maestro porque creía en El y reconocía su autoridad.
El oficial romano
le hace una petición a Jesús y el Maestro lleno de amor atiende a su solicitud
y le dice que El ira y lo sanaría pero este hombre manifestó un nivel de fe que
llamó a la atención a Jesús y fue que tan solo con El pronunciar, declarar la
Palabra su siervo quedaría sano.
La biblia dice que
al mismo instante el siervo en el lugar que estaba recibió la sanidad.
Nosotros hemos
sido creados a imagen y semejanza de Dios y tenemos en Dios esta capacidad y
poder mediante la fe de declarar, decretar y profetizar sobre nuestras vidas,
situaciones y circunstancias.
Tan solo una palabra que salga de tu boca tiene el poder para
cambiar tu ambiente, tu atmosfera y tu estado de ánimo. Nuestras palabras
tienen poder para dar vida o muerte para construir o destruir y este es el
momento para que desate la Palabra, no te quedes callado, es tiempo de
apropiarse de lo que Dios ha dicho que hará.
Dios otra vez va a convertir lo imposible en posible y lo
irreal en real, pero para poder ver su manifestación tenemos que pararnos en fe
en esa promesa y lo hacemos desatando la palabra; No sé que has estado
desatando en estos días sobre ti, tal vez calamidad, queja, pesadumbre,
debilidad, enfermedad etc.
hoy es el día de proclamar que Dios hará cosas nuevas, que
Dios está a punto de manifestar algo nunca antes visto por ti, que Dios está
gestando algo en lo oculto lo cual causara tal impacto en tu vida de manera que
no serás el mismo, que Dios va abrir camino en el desierto y ríos en la
soledad; tal vez habías estado esperanzado
en pariente, amigo o persona para
que te socorrieran pero déjame decirte que es Dios el que va a obrar de manera
milagroso y fuera de lo común en beneficio tuyo.
Activa tu fe y declara la palabra y recibe tu milagro.
Padre celestial, de
la misma manera que el centurión creyó en ti y reconoció tu autoridad, nosotros nos
empoderamos en fe y declaramos tu Palabra y creemos que nuestro milagro es
realizado en el poderoso nombre de Jesús .Amen
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