Romanos
8:28¨Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman,
los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.(PDT)
La vida es una oportunidad para resolver problemas. Los problemas que enfrentamos nos derrotan o nos desarrollan dependiendo de cómo respondamos a ellos. Solo tenemos dos opciones a escoger:
1.
Podemos pretender ignorarlos
2. Reconocerlos,
aprender y crecer
Enfrentar los problemas
desde la segunda opción, nos permite ver a los problemas como oportunidades.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas fallan en ver como Dios desea
utilizar esos problemas para bien de nosotros.
Las reacciones
apresuradas, el abandono, los resentimientos, son algunas de nuestras
respuestas a los problemas que detienen el proceso de crecimiento, en lugar de
considerar el beneficio del problema. Cada adversidad la podemos cambiar o
transformar de amargura a un beneficio, ¡La elección es nuestra!
Dios desea que aprendamos a sacar cosas
preciosas, lo mejor de entre lo vil o difícil. Todo proceso de maduración
requiere TIEMPO y Dios lo tiene. El tiempo en sí mismo no hace madurar a nadie,
solo las responsabilidades.
Las adversidades nos enseñan más que los
éxitos. Las personas que ven los problemas como oportunidades, es porque han
desarrollado las capacidades necesarias y porque han pagado un precio.
Veamos cinco formas en las que
Dios usa los problemas en nuestras vidas.
1. Dios usa los problemas para darnos dirección. Algunas ocasiones Dios encienden
un fuego debajo de nosotros para que continuemos en movimiento. Los problemas
frecuentemente nos apuntan a una nueva dirección y nos motivan a cambiar, nos
desafían a aprender nuevas habilidades, nos sacan de nuestra comodidad o “status quo”. Es Dios tratando de llamar nuestra atención.
En ocasiones es una situación
dolorosa, para hacernos cambiar nuestro camino, ¿por qué sucede así?
simplemente porque Dios nos ama. La Biblia dice: La maldad se cura con
golpes y heridas; los golpes hacen sanar la conciencia (Proverbios
20:30 DHH). Cuando reconocemos a Dios en nuestros caminos, nuestro corazón será
y estará agradecido.
2. Dios usa los problemas para inspeccionarnos Las personas somos como bolsas de
Té. Si quieres saber qué es lo que hay dentro de ellos, ¡Solo sumérgelos en
agua caliente!
Dios quiere tratar con nuestro
orgullo, y es bueno que entendamos que él hizo al hombre para su deleite y no a
la inversa. ¿Ha probado Dios tu fe con algún problema? ¿Qué es lo que revelan
los problemas acerca de nosotros? La Biblia dice: Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas
pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, y que la
paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y
completos, sin que os falte nada (Santiago 1:2-4 LBLA).
Cuando no actuamos con
integridad, tarde o temprano se revertirá el engaño. ¿Quién aprende en la
teoría? Lo cierto es que nadie, es en las pruebas y a través de las pruebas
donde crecemos. Así que recuerda, cada problema y adversidad es una oportunidad
para triunfar y ser vencedor.
3. Dios usa los problemas para corregirnos. Algunas lecciones solo las
aprenderemos a través del dolor y los fracasos. Es como aquel niño que le dicen
sus padres que no toque el horno caliente, y este lo hace y sufre las
consecuencias de la desobediencia.
Algunas veces aprendemos el valor
de algo solo al perderlo, como la salud, el dinero, las relaciones entre otras
cosas. Una lección en este punto es aprender a valorar a las personas que
pensamos están en nuestra contra. ¿Puedes creer que muchas de estas personas
son un instrumento divino para tu crecimiento? La Biblia dice: Bueno es para mí ser afligido, para que
aprenda tus estatutos. Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de
piezas de oro y de plata. (Salmo 119:71-72 LBLA).
El hierro con hierro se afila, y un hombre aguza a
otro hombre (Proverbios 27:17 LBLA). Esta verdad también aplica a los
que estamos casados. Si estás casado, ¿sabías que Dios puso a cada uno de
nuestros cónyuges para afilarnos en nuestro carácter? pero lo que hacemos
regularmente es huir de los problemas y relaciones pensando que esa es la mejor
opción.
Si trabajas, ¿podrías creer que
tu jefe es una herramienta de Dios para construir carácter en tu vida? Sin
embargo, muchos buscan la independencia simplemente para librase de la
autoridad y como consecuencia no bendición ni crecimiento, nos convertimos en
unos anarquistas y aún así nos revelamos contra Dios y sus autoridades
delegadas.
4. Dios usa los problemas para protegernos. Un problema puede ser una
bendición para distinguir, reconocer y prevenirnos de problemas mayores. Un
ejemplo vivo es la vida de José el hijo de Jacob. Por envidias sus hermanos lo
vendieron como esclavo, estuvo en la cárcel, sin embargo el se mantuvo firme
creyéndole a Dios. Ya como líder en Egipto pudiendo tomar venganza de sus
hermanos él dice: Vosotros
pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos
hoy, para mantener con vida a mucha gente (Génesis 50:20 RV95).
Solo Dios puede hacer que las cosas adversas se transformen en bendición.
Cuando salimos de la cubierta de
autoridad tenemos que aprender a pagar las consecuencias. ¿Por qué fueron
instituidas las leyes? Para tener orden y convivencia. La libertad no consiste
en hacer lo que me venga en gana, si ni en hacer lo que es correcto. ¿Qué es lo
correcto? Lo que Dios manda. Si no tenemos un punto de referencia ¿cómo podemos
localizar un punto en el espacio? Si no conocemos de Dios, ¿quién es entonces
nuestra autoridad? “Y seréis como
Dioses” fue la frase que Satanás usó para seducir y hacer tropezar a la
primer pareja en el huerto del Edén.
Los problemas nos llaman a estar
bajo la cubierta de autoridad.
5. Dios usa los problemas para madurarnos. ¿Cómo se alcanza la madurez?
Algunos dicen que con el tiempo, bueno con el tiempo solo te haces viejo y
mañoso. Otros arguyen que la madurez se alcanza a través del conocimiento, hoy
tenemos mucho conocimiento, pero poca
moralidad y la baja moralidad produce alta mortalidad.
Sin lugar a duda, lo cierto es
que la madurez se alcanza a través de los problemas resueltos con
responsabilidad. Nuestro carácter es edificado cuando respondemos correctamente
ante las adversidades de la vida.
¿Sabías que Dios está más interesado en construir carácter en tu vida, que en
tu comodidad y confort?
Es en el laboratorio de la prueba
donde descubrimos nuestra verdadera naturaleza y la profundidad de nuestro
carácter. La gente puede hablar mucho de sí misma pero es en las pruebas cuando
se descubre quién está con nosotros y en quién hemos creído.
La relación con Dios y el carácter son las dos
cosas que tomaremos y llevaremos a la eternidad. El apóstol Pablo escribiendo a
la iglesia en Roma les dice: Y
no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que
la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el
carácter probado, esperanza
(Romanos 5:3-4 LBLA).
Otro
resultado del proceso de maduración es el crecimiento espiritual, porque las
adversidades son las que van forjando la fortaleza interior de la persona. El
punto es: Dios está trabajando en nuestras vidas, aún cuando no le reconozcamos
o entendamos, sin embargo es más fácil y provechoso cuando cooperamos con él.
Padre celestial ayúdanos a comprender que todo lo
que nos sucede trabajará en nuestro bienestar ya que somos llamados conforme a
tu propósito. Gracias te damos en el nombre de Jesús .Amen
Estoy totalmente de acuerdo!
ResponderEliminarRecientemente estuve analizando todas las situaciones difíciles de mi vida, y al momento de unir los puntos me doy cuenta que todo era parte de un plan divino perfectamente orquestado para mi crecimiento.
Tal como mencionas, Dios solo permite la situación y nos da la libertad de elegir. Depende de nosotros tomar el camino de la perseverancia, el agradecimiento, la humildad y el positivismo.
Dios nos prosperara grandemente en la medida en que nuestras acciones vayan acorde a su voluntad, y a los planes que tiene con nosotros para convertirnos en mejores seres humanos, mejores hijos suyos.
Ahora recuerdo el texto que comentaste hace unas semanas sobre el enfermo que intentaron llevar a Jesús por la ventana y no pudieron, luego fueron por la puerta y no pudieron, entonces intentaron por el techo y Jesús por su fe y persistencia lo sano totalmente...Debemos continuar, levantar el techo, y bajar a los pies de Jesús.