martes, 27 de mayo de 2014

EL PODER DE LA RESILENCIA



Filipenses 3:12¨No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo.¨ (NTV)

La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo.
Ser resiliente no significa no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. 
El camino que lleva a la resiliencia no es un camino fácil, sino que implica un considerable estrés y malestar emocional, a pesar del cual las personas sacan la fuerza que les permite seguir con sus vidas frente la adversidad o la tragedia.
La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga, sino que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier persona puede  aprender o desarrollar.
Características de las personas resilientes
Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y como es; tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.
El estilo de pensamiento de las personas resilientes se caracteriza por ser realista, exacto y flexible. Cometen menos errores de pensamiento (como la exageración o sacar conclusiones precipitadamente, sin evidencias que las corroboren) e interpretan la realidad de un modo más exacto que las personas.
Las personas más resilientes:
·         Tienen una mejor autoimagen
·         Se critican menos a sí mismas
·         Son más optimistas
·         Afrontan los retos
·         Son más sanas físicamente
·         Tienen más éxito en el trabajo o estudios
·         Están más satisfechas con sus relaciones
·         Están menos predispuestas a la depresión

Qué contribuye a que una persona sea más resiliente
·         El apoyo emocional es uno de los factores principales. Tener en tu vida personas que te quieren y te apoyan y en quien puedes confiar te hace mucho más resiliente que si estás solo.
·         Permitirte sentir emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, y al mismo tiempo ser capaz de reconocer cuándo necesitas evitar sentir alguna emoción y centrar tu mente en alguna distracción.
·         No huir de los problemas sino afrontarlos y buscar soluciones. Implica ver los problemas como retos que puedes superar y no como terribles amenazas.
·         Tomarte tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y cuándo debes parar.
·         Confiar tanto en ti mismo como en los demás.


En resumen, Dios nos ha dotado de esta capacidad para afrontar las adversidades de la vida y salir victorioso, sobre todo cuando nuestra confianza reside en Él y nos aferramos a sus promesas.
No tengas temor de los vientos contrarios, desarrolla la resilencia  en tu vida  porque en su momento, veras grandes resultados.

Gracias Padre celestial por desarrollar en mi la resilencia, la cual me prepara para ir de gloria en gloria y triunfo en triunfo a través de la obra de Cristo en mi vida , gracias en el nombre de Jesús .Amen

                              www.elrehmadehoy.blogspot.com



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