Juan 14:27¨»Les dejo la paz. Es mi propia paz la que les doy, pero no
se la doy como la da el mundo. No se preocupen ni tengan miedo.¨ (PDT)
Aunque las
circunstancias de la vida cambian, la paz de Dios es constante y está siempre
a disposición de aquellos que buscan su toque tranquilizador.
El mundo ofrece paz en la forma de seguridad económica, las posesiones o el poder. Y aunque estas cosas pueden parecer confiables, son en última instancia una ilusión.
Algunas personas creen que la paz es un subproducto de las decisiones correctas o de las buenas intenciones.
Otros la definen como la
ausencia de dificultades o los asuntos difíciles. Sin embargo, todos estos
conceptos contradicen la sencilla pero descripción de lo que es la paz: la
serenidad interior que fluye de una correcta relación con Dios.
Cuando sabe que el Señor está contigo, Su poder le dará una calma que fortalecerá su alma, y que le sacará con bien de cualquier tormenta que se presente en su vida.
Es posible que estés
enfrentando la pérdida de tu empleo, el fracaso en algún negocio, la ruptura de
una relación, o una noticia inquietante de parte de su médico u otra situación difícil.
Aunque pueda no parecer lógico,
la paz es más evidente en los tiempos de
dificultades. A pesar de las amenazantes tormentas que estén a su alrededor, la consoladora perspectiva de
la promesa de Dios le dará la bendición de tener un alma serena y un corazón tranquilo.
Confía porque la paz de
Dios traerá la serenidad y quietud en medio de cualquier tormenta de la vida.
Bendigo tu
vida, declaro sobre ti y cualquier situación
adversa que estés pasando la paz de Dios sobre tu vida, la cual gobernará tu mente,
tu corazón y traerá bonanza en el tiempo asignado por Dios,
en el nombre de Jesús.
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