Jueces 14:6 “Pero el
espíritu de Dios actuó sobre Sansón y le dio una gran fuerza. Entonces Sansón
tomó al león entre sus manos y lo despedazó como si fuera un cabrito. Pero no
les dijo a sus padres lo que había sucedido.” (TLA)
Por alguna razón la mayoría de nosotros al escuchar la historia de Sansón,
la primera imagen que se nos viene de él es la de un hombre alto, fuerte y
con músculos enormes. Pero me llama la atención de que la Biblia no describe a
Sansón como un gigante, ni mucho menos se refiere a él como un hombre con
muchos músculos o como un guerrero pura sangre. ¡No!, la Biblia no describe a
ese hombre como nosotros lo imaginamos.
¿Qué tal si Sansón era como uno de nosotros?, de estatura promedio,
sin demasiados músculos que mostrar y no era un hombre de guerra, porque no
había pertenecido a ningún ejercito.
Lo que hacía diferente a Sansón era que el Espíritu de Dios venia
sobre Él y de esa forma Dios actuaba usando a Sansón para determinado propósito.
Si somos cuidadosos notaremos que el secreto de Sansón no estaba en su
altura, no estaba en su musculatura o su capacidad de guerrear, su secreto era
el ESPÍRITU DE DIOS sobre él.
Quizá hoy te encuentres sin fuerzas, quizá hoy te sientas cansado o sin ganas
de seguir luchando con eso que tanto te ha robado la paz.
Quizá crees que no eres capaz de hacer lo que Dios te ha mandado hacer,
porque al analizar tus capacidades humanas notas que no eres tan bueno como lo
son otros.
Quizá tú mismo te menosprecies creyendo que alguien como tú no puede ser
usado por Dios.
El secreto no está en tú fuerza, no está en tú altura, no está ni en tu
buena capacidad para hacer las cosas, tú secreto no está en lo bueno que seas
para resolver los problemas, ni en cuanta experiencias tú tengas, el secreto
está en que el ESPÍRITU DE DIOS este sobre ti.
Tú puedes tener muy buenas capacidades para hacer las cosas, puedes ser muy
inteligente, puedes tener muchos recursos, pero aun y con todo eso si no tienes
al ESPÍRITU DE DIOS sobre ti, de balde esta todo lo demás.
Hoy quiero que comprendas que el ESPÍRITU DE DIOS hoy en
día está disponible para todos nosotros, Él no se moverá en tu vida por lo
bueno que seas o por lo “espiritual” que aparentes, pues a través de la
historia hemos leído de hombres que no eran perfectos, pero que aun en su
imperfección fueron usados por Dios porque el ESPÍRITU DE DIOS estaba
en ellos.
Padre celestial, gracias por darnos al Espíritu Santo,
quien nos guía a toda verdad, toda justicia y nos empodera para hacer grandes
obras para la gloria y honra de tu nombre, en Cristo Jesús .Amen
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