Juan 4:24 ¨Pues Dios es
Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.¨
(NTV)
Dios es Espíritu
y la naturaleza de su reino es espiritual, por lo tanto nuestra adoración debe
corresponder a su naturaleza. Debemos adorarle en espíritu.
Eres su
habitación, es una realidad, regocíjate y adórale con todo tu ser.
La adoración no
es una actividad extracurricular del adorador o del cuerpo de Cristo, es su
esencia y prioridad en el reino de Dios. Ha sido una parte fundamental del
pacto de Dios con el hombre desde su creación.
La adoración en
verdad, consiste en adorarle teniendo la revelación de Cristo en nuestras
vidas, la realidad (lo opuesto a tipos, sombras y figuras). Jesucristo es la
realidad revelada, es la sustancia, es la verdad, es mayor que el tipo, sombra
y figura, es mayor que el templo físico y todos los ritos ceremoniales del
antiguo pacto.
Mientras mayor
sea nuestra revelación de Jesucristo en nuestras vidas, mayor será nuestra
adoración.
Padre celestial, gracias por permitirnos el privilegio de ser tus adoradores,
gracias Jesús porque por ti tenemos entrada libremente al trono de la gracia
.Amen
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